Venta de Colchones Baratos

Preguntas Frecuentes sobre Colchones Viscoelásticos

Antes de comprar un colchon viscoelástico en nuestra tienda, es recomendable que leas con detenimiento las siguientes preguntas que se han hecho otros usuarios anteriormente. ¡Seguro que son de tu ayuda!

Es un colchón fabricado con un material sintético llamado espuma viscoelástica, que se obtiene después de insuflar aire comprimido a un material gelatinoso, lo que da como resultado un bloque poroso pero firme y adaptable, que no produce presión en el cuerpo. La viscoelástica fue desarrollada inicialmente por la NASA en los años sesenta, pero la eficacia del material hizo que su uso se extendiera al campo hospitalario y del descanso.

De todos los colchones que existen en el mercado, los de viscoelástica tienen los más altos niveles de adaptabilidad, lo que quiere decir que tienen la capacidad de ajustarse al cuerpo sin perder su firmeza, por lo tanto, no se hunden fácilmente.

Además, la suavidad del material favorece la relajación, estimulando un descanso profundo y placentero. Mira nuestra oferta de colchones viscoelásticos y todas las tipologías.

Densidad de la viscoelástica

Es la cantidad de material que tiene el colchón por cada metro cúbico (kg/m³). Dependiendo de esta medida, la densidad se clasifica como baja 18-20 kg/m³); media (30-40 Kg/m) o alta (más de 50 kg/m³). A mayor densidad, mayor adaptabilidad del colchón.

La viscoeltástica se adapta a la temperatura corporal ya que es termoadapatable. Sin embargo, hay elementos a considerar si se quiere evitar una sensación calurosa:

  • A mayor densidad de la espuma viscoelástica, dará más calor.
  • A mayor grosor del material, mayor hundimiento y por lo tanto, más calor.

Así que lo ideal en este caso, es elegir un colchón de densidad media, de menos de 2cm de grosor y/o con tratamiento de gel, que aminora la sensación calurosa.

Depende del grosor de la espuma. Si es mayor a 4cm, es muy probable que la viscoelástica solo esté presente en una cara del colchón. Una manera de saber cuál es la cara con espuma, es presionando la mano. Si vuelve lentamente a su forma original, es el lado con viscoelástica. Además, la etiqueta con la descripción del producto debe indicar si el acolchado es unilateral o en ambas caras.
Depende de la calidad. En todo caso, aunque un buen colchón es una inversión a largo plazo, no hay ninguno en el mercado que supere los 10 años, ya que a partir de esa fecha los materiales de fabricación comienzan a caducar.
Sí, pero debe ser un colchón viscoelástico articulable. Si tiene estructura de muelles bicónicos, hilo continuo o bonell, no podrá articularse.
Si el acolchado es de High Resilience (HR), Bultex, Airvex o similiares, lo recomendable es una base tapizada. Esto permitirá la transpiración de la viscoelástica y ayudará a mantener el colchón en buen estado por más tiempo.
En ambos casos, el material viscoelástico se vierte sobre una superficie y la reacción química resultante va a generar la espuma que se utiliza en la fabricación de colchones. La diferencia es que el viscoelástico espumado se hace sin molde, y esto genera un material que crece sin limitaciones y con una densidad poco homogénea que puede dar lugar a deformaciones. En cambio, el viscoelástico modelado, como su nombre lo indica, utiliza un molde cerrado. Esto crea una espuma con una densidad homogénea a lo largo y ancho de la superficie del colchón.

elegir colchón para descansar bien

La densidad adecuada es aquella con la que el consumidor se sienta a gusto. Hay personas a las que les gusta sentirse hundidas en el colchón, mientras que otras prefieren algo más firme. Lo que sí es bueno recordar es que a mayor densidad, mayor adaptabilidad del colchón, así que tal vez lo mejor sea elegir un colchón de densidad media, que proporcione suficiente flexibilidad y adaptabilidad para un buen descanso.

No es recomendable, a menos que sea un colchón viscoelástico diseñado para minimizar este efecto. Este tipo de espuma genera una sensación de ingravidez que puede ser contraproducente en estos casos.

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