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Lo mejor del verano es poder disfrutar del sol, la playa, el buen tiempo y los amigos y familia. Estar unos días frente al mar ayuda a desconectar y a alejarse durante el periodo vacacional de la vida laboral. Descansar en la playa puede beneficiar mucho a nuestra salud, a nuestro estado de ánimo y a nuestro rendimiento a la vuelta al trabajo por lo que darse un respiro está más que justificado. Vamos a ver por qué.
La vitamina D es muy buena para la piel y el cabello, y el 90% de producción de vitamina tipo D generada por los humanos está relacionada con la exposición al sol, el otro 10% tiene que ver con la alimentación.
Los paseos al sol son muy beneficios y, además, el tono bronceado sienta bien a todo el mundo. A todos nos gusta estar morenos y en las zonas costeras tumbarse al sol se convierte en un ritual desde la llegada de los primeros rayos primaverales. Desde principios de mayo hasta finales de septiembre las playas están totalmente abarrotadas pues somos muchos los que disfrutamos del placer de leer un libro o hacer castillos de arena con la brisa del mar.
No obstante, es importante no olvidar la crema solar. Los problemas derivados de la exposición al sol sin protección se están convirtiendo en algo muy habitual y conviene tomar medidas para prevenirlo. Está claro que descansar en la tumbona, incluso dar una cabezadita en la toalla es de lo más relajante pero si no lo haces como es debido, al despertar estarás totalmente quemado. Los días posteriores tu piel estará excesivamente roja, te quemará e incluso podrías llegar a pelarte. Trata de evitarlo.
Además de la vitamina D obtenida por la exposición al sol, tu piel también se beneficiará de las ventajas del agua del mar. El zinc, el potasio y el yodo te ayudan muchísimo a cuidar tu piel. Es más, hay que tener en cuenta que las mejores marcas de cosméticos incluyen entre sus productos un porcentaje de agua de mar. De este modo, los resultados positivos están asegurados.
Y, ¿qué otros beneficios tiene descansar en la playa? Hay que tener en cuenta que el agua marina ayuda a curar pequeñas heridas y fortalece el sistema respiratorio al tiempo que ayuda a superar resfriados o constipados. Además, estar cerca de la costa puede ayudar a disminuir el dolor provocado por ciertas enfermedades. Es el caso de la artrosis, pues gracias a los baños en el mar, el dolor se puede apaciguar considerablemente.
Asimismo, es importante encontrar un poco de calma. El suave masaje de la arena en los pies, el aire de la costa, el sonido relajante de las olas… ¡es una sensación maravillosa! Con esa paz es imposible no cerrar los ojos en la toalla y aislarse de todo lo que ocurre alrededor.
Es cierto que en pleno mes de agosto es muy difícil encontrar un hueco en las playas más cotizadas pero puedes buscar pequeñas calas o ir al paseo marítimo solo de noche. Es cierto que no obtendrás los beneficios del sol pero la playa, de noche, está vacía e ir con los amigos a sentarse frente al mar y disfrutar de un helado, una cerveza o simplemente de la compañía es un plan de lo más gratificante.
Los nacidos y criados cerca del mar solo descubren lo importante que es cuando están lejos. Sin embargo, hay gente que tiene que recorrer kilómetros y kilómetros para llegar a la costa. El sacrificio, sin duda, vale la pena.
Poco a poco todos descubrimos el papel protagonista que desempeña el mar en nuestra vida. Los recuerdos vacacionales siempre son buenos y van acompañados de una sonrisa. No hace falta decir nada más. Descansar en la playa es beneficioso para tu salud, relajante y divertido. Aprovecha cualquier momento que tengas este verano y siéntate en la arena, juega, diviértete, báñate… Construir recuerdos agradables con los tuyos es importante. Recarga las pilas y regresa descansado de la vuelta de vacaciones.
