Las almohadas de látex son una buena opción para cuidar los músculos y los huesos del cuello cuando se duerme. Este tipo de material posee propiedades únicas que permiten que las cervicales mantengan la posición adecuada durante el descanso y, como queremos que tu cojín te dure tanto tiempo como sea posible, a continuación te explicamos por qué son una buena elección y cómo limpiar una almohada de látex.
Las almohadas de látex la mejor opción
El látex 100% tiene muchas propiedades que lo convierten en una gran elección. Una de sus características es la escasa deformación con el uso. Las almohadas fabricadas con este material son firmes, así que la cabeza no se hunde y mantiene una posición perfecta. Esto no quiere decir que resulten incómodas, se adaptan a la forma de la cabeza y son muy suaves.
Los materiales de las almohadas de látex también aportan otras ventajas. Son hipoalergénicas, evitan la presencia de ácaros y otros parásitos microscópicos que provocan problemas respiratorios y cutáneos. Apenas se deforman y son más duraderas que las fabricadas con otros materiales. Además, son transpirables y favorecen que la cabeza esté seca y fresca en verano. Si se ensucia, limpiar una almohada de látex es muy sencillo.
Consejos para limpiar una almohada de látex
La limpieza de una almohada de látex va más allá de meter la funda que la cubre en la lavadora. Es cierto que el material es higiénico de por sí pues evita la acumulación de polvo y piel, que sería el ambiente perfecto para la proliferación de los ácaros. Sin embargo, se puede ensuciar por derrame de líquidos o por otras causas.
La lavadora no hace ningún bien al látex, aunque en las instrucciones se permita el lavado a máquina. Si lo haces, notarás una pérdida notable de firmeza. Por eso, hay que limpiar la almohada a mano. Para ello son necesarios los siguientes productos:
Cubo con agua tibia
Jabón para ropa suave
Bayeta
Toalla
Perfume para almohada o personal (opcional)
Una vez tengas listos los productos, puedes comenzar la limpieza. Primeramente añade unas gotas de jabón al agua. Después, sumerge la bayeta en el cubo con agua y escurre muy bien. Frota suavemente la zona sucia o toda la almohada, dependiendo del tipo de limpieza que quieras realizar. Los movimientos han de ser circulares para repartir mejor la mezcla utilizada para limpiar. No debes presionar demasiado para evitar deformaciones o roturas del material.
Una vez eliminadas las manchas, hay que quitar la humedad. Para quitar el exceso de agua hay que utilizar la toalla seca. Presiona ligeramente sobre la almohada para que sea la toalla la que se empape. Después, ponla a secar en un lugar muy bien ventilado, sin humedad y sin sol directo. Ten en cuenta que los rayos solares pueden estropear el material.
Cuando ya esté seca se puede perfumar ligeramente. Para evitar problemas respiratorios y alergias, hay que utilizar alguno de los perfumes específicos para almohadas o para ropa de cama, siempre sin abusar de la cantidad. Si deseas utilizar tu perfume, tal vez sea conveniente diluirlo en agua, para evitar concentraciones del olor.
Qué almohada de látex comprar
Al igual que ocurre con todos aquellos artículos que pueden afectar a tu salud, es conveniente adquirirlos de calidad. En nuestra página web tenemos las mejores almohadas y con unos precios sin igual.
Tan solo tienes que seleccionar la medida que necesitas y la recibirás en tu domicilio en muy poco tiempo. Le darás a tu cuerpo el mejor descanso desde el primer día y disfrutarás de todas las ventajas para la salud que proporciona una almohada de látex. Ademas, ahora que ya sabes cómo limpiar una almohada de látex, podrás comprar que no son solo cómodas, sino también muy fáciles de mantener en buen estado.